Definitivamente el tiempo pasa volando, ya 10 años en que regresaste a tu estado natural, un Ángel.
A veces imagino cómo sería nuestra vida juntos, ya estarías más alto que yo y no precisamente por mis genes. Serías un niño amoroso, detallista, atento, curioso, travieso y a veces malcriado; un hombrecito con mucha paciencia para poder soportar a la madre loca que te tocó, a la madre que ahora sé que cuidas desde el cielo.
Hoy, estaríamos batallando con las clases online y tratando ambos de salir adelante con todo lo que está pasando, o tal vez estuviésemos encerrados en una burbujita para protegerte de este cruel virus. Pero estaríamos juntos, riendo o llorando de vez en cuando.
Ya 10 años, en que me vuelvo a preguntar, por qué me elegiste como tu mamá por tan solo 8 meses 4 días, claro que entiendo que era tu tiempo, pero no el mío. Siempre diré que me hubiese gustado disfrutarte unos 40 años, pero fuiste ese ángel travieso que se escapó del cielo y debía volver porque tu perfección no te dejó quedarte a mi lado.
Ya no puedo seguir en el pasado recordando lo bello que viví contigo, pero si continuaré imaginandote, buscándote en cada niño, adolescente y hombre de tu edad, solo para tener una idea de cómo hubieses sido.
Nunca leerás estas letras, pero es mi única forma de desahogar este dolor que vivirá en mi hasta el último de mis suspiros.
"Yo te buscaré en diez mil mundo, en diez mil vidas, hasta encontrarte"...
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