Antes pasar de los 35 años era considerado como entrar a una etapa muy adulta, o mejor conocida como vejez, esto porque nuestras abuelas o madres a esta edad ya tenían hijos y un hogar "perfecto". Pero todo evoluciona y hoy pasar de los 35 es seguir soñando por comprar una casa, un carro, estudiar algo nuevo, viajar, etc.
Hoy, Dios me permitió llegar a mis 38, osea a dos escalones de los 40 (edad que a muchos asusta), rodeada de personas buenas y con muchas esperanzas de que sea un mejor año.
Creo que a mis 38 soy aún joven porque cometo errores, confío mucho en las personas y también suelo pensar que existe el "príncipe azul". Y es que la edad es un número, he visto mujeres de más de 50 que se ven como de 30, y mujeres de 30 que están como una de 80. Ojo, no por su físico sino por su esencia, esa que hace que las de 50 se vean sexys, elegantes y hermosas, porque aun hay ese brillo en sus ojos, el mismo que por dejarse vencer lo perdió una de menos edad.
En 38 años me han pasado muchas cosas buenas, malas, feas, refeas, hiperfeas y bonitas, súper bonitas e hiper bonitas. Todas ellas acompañadas de personas especiales, algunas pasajeras otras que llegaron para quedarse. Este nuevo año es diferente, como para todos los que gracias a Dios seguimos con vida y algo de salud; este año nos permite recuperar ese brillo que por diversas situaciones lo opacamos.
Justo en estos días leí una frase explicada de otra perspectiva, una más realista... "Viene algo mejor"... y decía que no siempre significa OTRA PERSONA, también es ESTABILIDAD contigo mismo, buenos momentos, proyectos, libertad, madurez emocional y sobre todo PAZ MENTAL y le agregaría PAZ EMOCIONAL.
Hoy que llegaron estos 38 años, se que ese ALGO MEJOR llegará, y lo recibo con los brazos abiertos, porque ayer decidí dejar atrás todo aquello que opaca el brillo de mis ojos.
Hoy doy gracias a la vida por los que están, por los que fueron y por los que estarán... Doy gracias porque en esta cuarentena, pude entender que para recibir ese ALGO MEJOR debo amarme mucho. Y también reconfirmé que no todo el que te sonríe es tu amigo o te quiere.
Por ello confío que estos 365 días llegan cargados de ese ALGO MEJOR... bienvenidos queridos 38 años, a prepararnos para llegar con bendiciones al cuarto piso...