miércoles, 13 de enero de 2021

13 de enero, Día de lucha contra la Depresión

Inicio este 2021 con un tema de interés general, como lo es la DEPRESIÓn, y es que es paradójico, que una persona depresiva se muestre como la más feliz del mundo, aun cuando en su cabeza, alma y corazón hay un inmenso vacío, tan grande que no hay acción o palabra que lo llene. Un ejemplo muy conocido es el recordado actor Robín Williams, quien a pesar de ser una incomparable estrella del cine (a mi parecer uno de los mejore actores de Hollywood) en 2014 decidió suicidarse, debido a la severa depresión que padecía, sumado a otras enfermedades.

Y es que la depresión es como un bicho que va escarbando de a poco hasta meterse en lo más profundo del ser haciéndolo difícil de sacar.

La primera vez que puedo decir que me deprimí de verdad, fue cuando me di cuenta que nada llenaría el vacío emocional que había dejado mi hijo, el leer frases como "Dios sabe cómo hace las cosas", "Ten fe que pronto volverás a ser mamá" o la peor de todas "Dios sabe por qué hace las cosas" hacía que ese vicho se adentre tanto que me hiciera buscar opciones tontas para sobrellevar el tema, por suerte tuve excelentes personas que de una u otra forma me dieron la mano.

El mayor error que pueden cometer las personas al toparse con alguien que padece depresión, ya sea momentánea o ya como una patología severa, es tratar de animarlos sin conocer la razón de su padecimiento, cuando se está en un periodo de depresión no se puede visualizar "todo lo que la vida proporciona" solo se ve el dolor por el que se está pasando.

Hago todo este preámbulo, ya que hoy 13 de enero se conmemora el Día mundial de lucha contra la depresión, un trastorno emocional que según la Organización Mundial de la Salud, afecta a más de 300 millones de personas siendo considerada como la primera causa mundial de discapacidad, incidiendo notablemente en las tasas de mortalidad y morbilidad.

La depresión puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y altera las actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos puede llevar al suicidio. Datos indican que cada año se suicidan cerca de 800 000 personas, y el suicidio es la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.

Es importante recalcar que la depresión, es una alteración grave del estado de ánimo, cualitativamente distinta a la tristeza y que requiere tratamiento específico. En nuestro país, no hay una política que promueva la salud mental, aquí la depresión es considerada como algo pasajero y pocas personas se someten a tratamientos.

En los trabajos, literal es un pecado, faltar a laborar si estás pasando por un cuadro depresivo, es más la “ley laboral” solo otorga al empleado tres días de permiso en caso de fallecimiento de un padre o hijo. Tiempo en que se considera que una persona ya pasó la pena.

Un nuevo informe de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud, señala que a nivel regional la depresión es la primera causa de discapacidad, con el 7,8 % de la discapacidad total. Asimismo, se evidencia un patrón subregional de mayor discapacidad en América del Sur: Paraguay, Brasil, Perú, Ecuador y Colombia, son los cinco primeros países en la tabla clasificatoria de la discapacidad por depresión.

Por ello, es importante que tanto familiares, amigos y sobre todo la persona que pasa por un periodo de depresión formen parte del proceso de recuperación.   Los amigos y la familia siendo apoyo real sin usar frases trilladas, sino más bien aconsejando para que el “enfermo” acuda a terapias sicologicas.

El enfermo por su parte, entender que la pérdida de algo no quiere decir que la vida termina, que debe enfocarse en otros temas que de una u otra manera lo ayuden a superar ese bache.

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