Informarse antes que alarmar

Siempre han existido virus que provocan pandemias, y siempre el mundo las ha enfrentado con éxito.  Desde noviembre del año pasado se habla del bendito coronavirus (que ya ha mutado y ahora es covic-19) y de todas las medidas de protección que se deben aplicar.

Ayer 29 de febrero del 2020, anunciaron de manera oficial la presencia del virus en Guayaquil, las alertas se activaron y con eso empezó el caos; no había establecimiento farmacéutico o retail que no estuviera abarrotado de personas comprando alcohol, mascarillas y gel antibacterial; con la esperanza de no contagiarse.

Este alboroto refleja que la mayor parte de la ciudadanía no ve, escucha y mucho menos lee noticias.

En días pasados se dio a conocer que la OMS está por declarar una pandemia.

"La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió el lunes en Ginebra, Suiza, hacer todo lo posible para prepararnos "para una potencial pandemia".

El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus , considera que la expansión a otros países es "muy preocupante" .  
Fuente BBC news https://www.google.com/amp/s/www.bbc.com/mundo/amp/noticias-51617799

La noticia no es nueva, pero la desinformación provoca que muchos generen caos, que crean más a fuentes no oficiales. 

Las mascarillas, el alcohol y el gel antibacterial, no combaten el virus. 

Venimos de un largo feriado, no se han puesto a pensar que en las 4 días de "relax" muchos pudieron adquirir el virus?  

Hay casos asintomáticos, y también hay casos que ya han sido curados, pero de eso no se habla.   

Nuestra cultura debe INFORMARSE antes de alarmar, antes de correr a las calles y causar alboroto. Pero más les puede la novelería, ya que periódicamente TODOS los hogares deben comprar alcohol, gel antibacterial, guantes y unas q otras mascarillas.  

Los hogares SIEMPRE deben tener un botiquín armado, no solo por un posible terremoto (recuerden los supermercados se quedaron sin botellones de agua después del 16 de abril).

Esperemos que el este nuevo virus, no afecte a gran escala en Ecuador, porque no solo perderíamos vidas, sino que nuestra economía se podría peor.